El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; Jaime Mayor Oreja, presidente de la Fundación NEOS; Marcela Jiménez Unquiles, presidente de la Fundación Internacional Ratzinger y coautora del libro; y Manuel Oriol, editor de Ediciones Encuentro, presentan el libro Ratzinger y los filósofos. De Platón a Vattimo, de Alejandro Sada, Rudy Albino de Assunçao y Tracey Rowland. La presentación del libro tuvo lugar en la sede central del Grupo Educativo CEF–UDIMA de Madrid (Paseo General Martínez Campos, 5), y contó con la asistencia de su presidente de honor y fundador, Roque de las Heras.

El libro ofrece al lector una exploración profunda de la relación entre Teología y Filosofía, lo que permite contribuir a una mejor y más profunda comprensión de la obra y pensamiento de Joseph Ratzinger.

Jaime Mayor Oreja abrió el turno de intervenciones. El presidente de la Fundación NEOS subrayó el papel relevante de Ratzinger como un pensador muy influyente en la Iglesia católica contemporánea. Un pensador alejado de cualquier mediocridad, decía el ex-ministro, quien por su parte destacó la grandeza del legado intelectual del papa Benedicto XVI como continua fuente de inspiración y de reflexión para millones de fieles en todo el mundo. Porque Ratzinger enfatiza su compromiso con la búsqueda de la verdad y la defensa de los valores cristianos en un mundo cada vez más secularizado señala Jaime Mayor. Un mundo, añade, en que “vivimos como si Dios no existiera, que es la expresión del pensamiento de Nietzsche”. De ese modo, no es necesaria la búsqueda de la verdad, dado que el hombre es su propio creador según el pensamiento marxista. Mayor Oreja concluye su intervención con una cita atribuida al papa Benedicto XVI sobre el moralismo político: “Nuestra única esperanza para combatir el marxismo es asumir que el cristianismo es la verdadera medida de la historia. ¿Por qué estamos perdiendo por goleada en el ámbito cultural? La respuesta es el final de una etapa de Occidente y tenemos la obligación de entender el momento histórico que estamos viviendo”.

En segundo lugar, intervino Marcela Jiménez Unquiles, reconocida coautora del libro y doctora en Derecho y Sociedad por la Universidad a Distancia de Madrid con la tesis «El pensamiento de Joseph Ratzinger a la luz del discurso de Ratisbona: Die Horizonte der Vernunft ausweiten, I-II». La doctora aportó su conocimiento sobre el pensamiento del gran teólogo alemán. De él afirma que es probablemente el pensador más influyente de la Iglesia Católica desde el Concilio Vaticano II, además de ser un gran defensor de la razón y cooperador de la verdad, como reza su lema cooperatores veritatis. En su intervención, Jiménez Unquiles analiza tres de los pilares más importantes del pensamiento ratzingeriano: san Agustín, san Buenaventura y Romano Guardini. Antes de introducirse en el estudio de los grandes maestros de Ratzinger, la coautora del libro resalta el horizonte hermenéutico que ha impulsado la obra colectiva, según los propios editores del libro Ratzinger y los filósofos. Se trata, por un lado, de la presencia permanente de la cuestión filosófica en el pensamiento y obra del teólogo papa y, por otro, de la ausencia notable de un estudio más completo y sistemático de sus importantes contribuciones a dicho campo. En este aspecto, según indica Marcela Jiménez, el libro resulta ser un imperativo, puesto que, en consonancia con las mejores aportaciones de la filosofía del siglo XX, Ratzinger ha trabajado en el ámbito académico y eclesiástico de un modo sistemático para ofrecer al mundo una nueva articulación de razón y fe a la luz de la cual la razón resulte rehabilitada y ampliada, y de ese modo pueda recuperar su esplendor y grandeza. Pues en el seno del espíritu humano –señala la autora– late con fuerza la necesidad de atender cuestiones humanas o supraempíricas, en suma, cuestiones de ultimidad.

Finalmente, el cardenal Antonio María Rouco Varela resaltó la singularidad de la obra, ya que se trata del diálogo de uno de los grandes pensadores del siglo XX con todo tipo de corrientes filosóficas, incluidas aquellas a las que “les cuesta hablar de Dios y de reconocerlo”, y que fundamentalmente son líneas de pensamiento que albergan ideologías propias de la filosofía moderna y contemporánea. El cardenal Rouco recuerda algunos hechos de la historia más personal, viva y honda de Ratzinger, de su conocimiento de Dios por la razón y la fe. Para ello, el arzobispo emérito de Madrid destaca la figura del maestro de Teología Fundamental, Gottlieb Söhngen, quien influyó notablemente en la visión que Ratzinger tenía de la relación entre fe y razón. En su intervención, Rouco Varela se detuvo en varios temas. Por un lado, en el sistema de estudios de la universidad alemana, que agrupaba los distintos saberes y proporcionaba de ese modo gran fecundidad al diálogo interdisciplinario y a la búsqueda de la verdad; también recordó su experiencia como alumno en las clases del profesor Romano Guardini, a las que había que acudir con horas de antelación. Para Guardini la esencia del cristianismo es Cristo, señala el cardenal Rouco. En este sentido, se sitúa el objetivo inicial del pontificado del papa Benedicto XVI: en el encuentro del hombre con Dios, con el Cristo de la fe y el Jesús histórico; un encuentro que ajuicio del cardenal es totalmente necesario para que el hombre pueda conocer qué es el hombre. Finalmente, y antes de concluir su intervención, D. Antonio María alentó a que en este momento de la historia se siga trabajando como hasta ahora –de modo constante y metódico– en el proyecto de constitución de la nueva Fundación Internacional Ratzinger.